Agradecimiento
Desde 1966, durante mis tomas fotográficas en México, recibí el apoyo de numerosas personas e instituciones. En algunos casos, esto derivó en amistades de muchos años que perduran hasta el día de hoy.
Algunas de las haciendas – antaño muy extensas – las he visitado una y otra vez a lo largo de los años. Disfruté de un contacto grato con las familias propietarias y tuve acceso a los archivos de las antiguas empresas, así como la oportunidad de adquirir conocimientos pormenorizados de las relaciones sociales en las ex haciendas, a la vez que pude documentar fotográficamente los vestigios materiales de las mismas. Al comienzo de mis investigaciones todavía tuve la posibilidad de hablar con algunos de los ex trabajadores de las fincas, a quienes les había tocado vivir la revolución agraria y los tiempos previos a ésta. No sin un dejo de nostalgia recuerdo la amable ayuda de un encargado muy anciano en el Estado de Tlaxcala, quien al principio de los años noventa del siglo pasado me explicó el significado de los términos en lengua nahua de las cuentas de operarios o el personal de las plantaciones henequeneras que observaba mis visitas («viene él de las máquinas») con una mezcla de amable interés y atención impasible.
Es imposible nombrar a todas y cada una de las personas e instituciones con quienes tengo una deuda de gratitud, por lo que remito a mis publicaciones, aun cuando allí tampoco lo habré logrado a cabalidad. No obstante, en relación con la procedencia de los mapas publicados en la Serie 2, CD3 quiero mencionar a la Mapoteca Manuel Orozco y Berra (México, D.F.), al Archivo Estatal de Austria en Viena (Archivo de Guerra), al Instituto Ibero-Americano de la Fundación Preußischer Kulturbesitz (Berlín), a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (México, D.F.) y al Ing. Carlos Urbina T., así como, en relación con el origen del mapa de México, D.F. en el texto introductorio, al Centro del INAH en Puebla (México).
Por la incorporación de las dos series de CDs al programa de publicaciones le agradezco muy cumplidamente al Instituto Arnold Bergstraesser en Friburgo (Alemania). Y finalmente expreso mi gratitud al Instituto Ibero-Americano de la Fundación Preußischer Kulturbesitz en Berlín (Ibero-Amerikanisches Institut der Stiftung Preußischer Kulturbesitz) por establecer este portal.
Traducción del alemán: Edda Webels